Se establece un diálogo entre los dos volúmenes diseñados para cada uno de los programas funcionales, con un espacio de uso oratorio multiconfesional de transición entre ambos.
La horizontalidad del tanatorio contrasta con la verticalidad de la iglesia.
El hormigón blanco, la piedra, el alabastro y el vidrio son los materiales que, conforman las fachadas y permiten identificar los espacios.
La cruz suspendida dota de identidad no sólo a la iglesia, sino a todo el conjunto.