La manzana PE-5 configura sus frentes jugando con los llenos y vacíos a través de los materiales, componiendo la fachada a partir de la superposición de una retícula.
A esta variación de opacidades se le suma otra cromática, generando paños dinámicos y aleatorios. Estas estrategias consiguen dar identidad al edificio, minimizando la sensación de manzana cerrada y haciendo que el transeúnte perciba una fachada con relativo movimiento